1. Creación de nuevos modelos de negocio
En virtud del trabajo disruptivo e innovador, la revolución 4.0 ha promovido profundos cambios
en diferentes segmentos por lo que ha sido responsable por la aparición de nuevas oportunidades
de negocio, incluso, en sectores tradicionales como el agronegocio.
2. Integración de operaciones en tiempo real
Las fábricas inteligentes se caracterizan por el rápido procesamiento de la información posicionándose,
de este modo, como otro diferencial relevante de la industria 4.0.
Mediante la adopción de herramientas tecnológicas de inteligencia artificial, es posible monitorear los
equipos de forma remota y en tiempo real aumentando así, la transparencia de los procesos y optimizando
la disponibilidad de los datos.
3. Reducción de costos
Los recursos típicos de la industria 4.0 posibilitan que las propias máquinas operen y programen mantenimientos
de forma autónoma mitigando la necesidad de contratar personal para realizar manualmente este tipo de actividad.
Como consecuencia, la industria logra reducir el presupuesto orientado al ámbito operacional, enfocar recursos
hacia acciones que fomenten la productividad y, por consiguiente, mejorar los resultados del negocio.
4. Economía de energía
Los costos con energía eléctrica configuran uno de los gastos más expresivos a nivel industrial por lo que reducirlos
se ha transformado en una obligación para los negocios que desean mejorar su eficiencia y llevar su rentabilidad al siguiente nivel.
Gracias a la tecnología, la mayor parte de los equipos industriales cuentan con sensores que detectan la actividad
manteniéndose en pleno funcionamiento mientras sea necesario y cesándola en momentos de ocio.
Asimismo, el avance tecnológico ha favorecido la aparición de equipos cada vez más económicos y movidos a energía
renovable como es el caso de la solar.
5. Sostenibilidad
Al economizar energía eléctrica, reducir el uso de insumos en virtud del aumento de la eficiencia y promover en consumo de
energía renovable, la industria 4.0 se ha posicionado como una aliada del desarrollo sostenido.
6. Disminución de errores
La reducción de la intervención humana en los procesos disminuye la incidencia de errores en las operaciones industriales,
incluso, es posible programar las máquinas para alcanzar un nivel mínimo de ineficiencia.
7. Aumento de la productividad
La inversión en tecnología permite que se automaticen diferentes procesos promoviendo, de esta manera, una ejecución más ágil y precisa.
En efecto, la automatización de tareas repetitivas posibilita destinar a los profesionales a realizar tareas más complejas,
estratégicas, relacionadas con el core de negocios, que realmente añadan valor para los resultados y que guarden relación
con los objetivos del negocio.
8. Optimización de la eficiencia
Además de agilizar las tareas y fomentar la reducción de errores en la ejecución de los procesos, la industria 4.0 promueve la
utilización de recursos de manera más consciente, inteligente y económica, lo que resulta en el incremento de la eficiencia operacional
y en la mejora de los indicadores de desempeño del negocio.